Fotografía de: Julieta Ramírez
“Cinturas de avispas, bustos y glúteos de gran tamaño son algunos de los atributos que nos hacen sentir seguras y confiadas, no solo en la universidad, sino también en la vida cotidiana” dice una de las estudiante de leyes que reconoce la importancia que tiene en la ciudad, la figura y el aspecto físico para conseguir buenos empleos y para garantizar una calidad de vida mejor.
Los cánones de belleza de las jóvenes que pertenecen a la facultad de derecho están mediados por las exigencias de las empresas y, en especial, por los medios de comunicación que han construido nuevos conceptos para lo atractivo y lo deseable.
Actualmente, lo fascinante de las mujeres no radica en sus capacidades, ni en los conocimientos que puedan tener. La inteligencia ha pasado a un segundo plano y ha sido sustituida por la apariencia y por lo atrayente que puede llegar a ser un cuerpo esbelto, así lo evidencia el articulo La tiranía de la apariencia en la sociedad de las representaciones.
En la búsqueda de elementos que moldean la figura y favorecen el aspecto físico, algunas de las futuras abogadas utilizan el ejercicio como una opción para mejorar sus medidas y para sentirse saludables . Otras en cambio, afirmando que el deporte no es tan rápido y eficaz a la hora de tener un cuerpo perfecto, se someten a cirugías estéticas.
El interrogante es cuántas de las 70.000 mil procedimientos que la sociedad Colombiana de Cirugía Plástica realizó el último año fueron practicados a mujeres que estudian o ejercen el derecho. Aunque la cifra no se conoce, podríamos establecer una relación con la respuesta de tres estudiantes de derecho que contestaron que pensaban ir al quirófano para moldear sus cuerpos y armonizar sus figuras lo más rápido posible. ( Leer artículo La tiranía de la apariencia en la sociedad)
Más que una necesidad por sentirsen seguras y confiadas, las universitarias desean cuerpos perfectos para conseguir ingresos económicos y para no quedarse atrás, en una sociedad viciada al consumo y a la competencia de tener más y estar mejor que las demás, en este caso en el área profesional.
“lastimosamente, las empresas siempre tienen en cuenta que potencial físico tienen las mujeres antes de contratarlas” afirma una practicante de la facultad de derecho, contando que se ha sentido excluida en proyectos de la empresa, donde actualmente trabaja, por no tener suficientes atributos físicos como los tienen muchas de sus compañeras que han logrado permanecer en sus puestos de trabajo, no por su desempeño, sino por atraer a los clientes con sus encantos y excentricidades.